Motivar al personal es mantenerlo concentrado e incentivado para que puedan rendir al máximo. La motivación tiene distintos tipos y se consigue a través de diferentes estrategias aplicadas por los jefes o directivos de las empresas. Esto permitirá que los empleados se sientan alineados con la empresa y puedan cumplir sus expectativas estando satisfechos en el lugar de trabajo. Como consecuencia se podrán alcanzar los objetivos establecidos por la compañía y plantear metas más optimistas a futuro.
Lograr mayor compromiso laboral:
Uno de los beneficios más importantes de realizar acciones para impulsar la motivación laboral es el aumento del compromiso de los empleados, que cuando la organización le brinda al empleado beneficios para mejorar su calidad de vida y su trayectoria profesional, su compromiso con la empresa se incrementa.
Se obtiene menores niveles de ausentismo:
Los empleados motivados disfrutan el trabajo día a día, y están comprometidos con el cumplimiento de sus objetivos, por lo que es menos probable que se ausenten por motivos que no sean de causa mayor y que puedan poner en riesgo su productividad.
Se cuida la retención de talentos:
La retención de empleados comprometidos es muy importante debido a que los costos de contratación y formación de nuevo personal pueden resultar muy elevados para una empresa, mientras que la permanencia de empleados con experiencia no solo elimina estos costos, sino que ayuda a facilitar los procesos y el conocimiento interno de la organización.
Se mejora el clima laboral:
La motivación laboral contribuye a generar un buen ambiente y clima laboral, fomentando la participación, el compañerismo y una cultura organizacional armónica que contribuya a alcanzar los objetivos globales.
Se potencia el rendimiento de los trabajadores:
Los empleados motivados suelen trabajar más, llegar a tiempo y concentrarse en sus tareas diarias. Los niveles de productividad pueden aumentar y el rendimiento global de la empresa puede ser mayor.
Se mejora la calidad y el servicio al cliente:
Los empleados motivados se ponen a sí mismos mayores niveles de exigencia tanto para crear productos de mayor calidad, como para ofrecer un servicio al cliente de primer nivel, cumpliendo y sobrepasando las expectativas de sus funciones.