Como Terminar la Universidad sin Deudas (actualizado)

 

El futuro de tus hijos

Por: Mara Chilcote

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Recuerdo el día como si fuera ayer. Puedo sentir el miedo—de hecho el terror—de echar una mirada sobre los costos que yo tendría que pagar para asistir a la universidad. No tenía ni muchos recursos ni mucho tiempo antes de volar del nido de mi familia. La cultura me dijo que yo debiera pedir prestado para financiar mi educación. De todos modos, eso es lo que hace el estudiante normal. Yo opté por ser extraña. Tomé la decisión, “Sí yo voy a obtener mi título universitario, pero voy a hacerlo a mi manera.” Cuatro años después de arrancar mis estudios universitarios, me gradué sin deudas al lado de la generación de estudiantes más endeudado que nunca.

 

De acuerdo con el periódico Wall Street Journal, el estudiante en promedio se gradúa con más de $30,000 de dinero prestado. Se dice que es imposible ser estudiante sin un préstamo estudiantil—especialmente si los padres no han ahorrado para la educación de sus hijos. Es increíble cuando los padres pueden bendecir a su hijo con ayudarle pagar los costos de educación superior, pero hay otras opciones si a ellos les faltan los recursos y el tiempo para apoyarlo en esta manera. Los siguientes5 pasos son un vistazo de lo que yo hice para graduarme sin deudas—pasos que cualquier estudiante puede tomar.

 

  1. El examen de admisión a las instituciones: Tomé la prueba ACT dos veces para mejorar mis primeros  resultados. Aunque una abeja se enredó en mi cabello durante el segundo examen, ¡todavía mejoré mis resultados! Esa decisión me calificó para una beca que no se me hubiera ofrecido con el primer examen. 
  2. La matrícula para residentes del estado: Elegí una universidad pública dentro mi estado con una matrícula relativamente baja en comparación con otras instituciones de educación superior. Hay que investigar los costos de matrícula, la vivienda, los libros, y los costos del estilo de vida ANTES de elegir una universidad. Usted no edificaría una casa antes de tener un plano, ¿a poco no? No permita que “la fiebre” que provoca la emoción de la universidad resulta en la toma de decisiones no sabias. Sí es posible hacer algo inteligente en una manera tonta—o sea de pagar para la universidad con dinero que no tiene para impresionar a gente que ni le caen bien. 
  3. El trabajo: Trabajé, trabajé, y trabajé más. Cuando un estudiante trabaja, hay muchísimos beneficios que extienden aún más allá de ganar su propio dinero. El estudiante obtiene experiencia en el mercado laboral, aprende como administrar múltiples prioridades, y demuestra al mundo su fuerte ética de trabajo. Aún si el estudiante no le gusta mucho el trabajo, recibe el beneficio de saber que debe perseguir otro tipo de trabajo en su carrera que se alinea mejor con sus pasiones, talentos, y valores. 
  4. Las becas: Llené las solicitudes para cientos de becas. Se dice que el tener éxito significa pararse sobre una montaña de fracasos, y estoy de acuerdo. En mi caso, el lograr mi meta de graduarme sin deudas significa pararme sobre una montaña de solicitudes de becas rechazadas. Solamente recibí como cinco becas, lo que significa que mi tasa de fracaso fue espantosa. Sin embargo, las becas que sí recibí redujeron miles y miles de dólares de los costos de la universidad. La ayuda financiera del gobierno federal y de su estado puede reducir los costos también, pero tenga cuidado porque se clasifican los préstamos estudiantiles como ayuda financiera en el papel de otorgamiento que la universidad le enviará a usted después de llenar la FAFSA—la Solicitud Gratuita de Ayuda Financiera para Estudiantes. No es la verdad. 
  5. El sacrificio: Sacrifiqué. No tenía un iPhone. No podía desenchufar mi computadora portátil de la pared porque se apagaba. Ni siquiera tenía un carro porque viví, trabajé, y tomé mis clases en el campus. De todos modos, todos mis amigos tenían carros y podría darles dinero para gasolina si decidimos pasearnos fuera del campus. Sacrifiqué—por un periodo corto de tiempo—para ganar mi futuro.

                                                                                                                                                                                

La parte más importante de asistir a la universidad sin endeudarse es tomar la decisión que la deuda simplemente no es una opción. En una cultura en cual que se puede financiar toda cosa incluyendo un cachorro, esta decisión requiere autodisciplina, perseverancia, y sobre todo—el contentamiento. No es fácil, pero vale la pena. ¿Por qué? Porque cuando usted se gradué, será el dueño de su futuro sin deberle nada a nadie. Aduéñese de su futuro.

 

Bio:

Mara es estudiante graduada de la Universidad Colorado Mesa en el estado de Colorado. Ella fue una estudiante normal y corriente salvo una característica muy distinta: ella asistió a la universidad completamente sin deudas. Hoy en día, el estudiante en promedio se gradúa de la universidad con un ancla alrededor de su cuello de $30,000 de dinero prestado—una cifra que sigue aumentando. Estos jóvenes pierden el control de sus ingresos aún antes de arrancar sus carreras. Hay esperanza: sí es posible ser estudiante sin un préstamo estudiantil. Por eso, Mara es apasionada sobre compartir con otros estudiantes los principios que ella decidió poner en práctica para  1) asistir a la universidad y  2) graduarse sin deudas. Mara quiere que su generación digan, “Ya no más!” y que se adueñen del futuro. Una hablante nativa de inglés, ella está en el proceso de adquirir español como una segunda lengua.

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