Los problemas o situaciones problemáticas son normales en nuestra vida cotidiana y ocurren a diario. Un problema se puede definir como una situación real o imaginaria a la que tenemos que dar una solución, la cual desconocemos en este momento. Al no disponer de la solución al problema se genera o incrementa el estrés y otros estados emocionales. Si se actúa sin tener la solución adecuada, se hace de un modo que no se desea o de manera poco eficaz.
El entrenamiento en solución de problemas es un procedimiento por el que se entrena a las personas a reconocer sus problemas, buscar soluciones adecuadas a los mismos e implantar la mejor solución en la situación donde se está dando el problema. Es decir, que esta técnica ayuda a las personas a:
Hacer disponible una variedad de alternativas de respuesta para enfrentarse a situaciones problemáticas.
Incrementar la probabilidad de seleccionar las respuestas más efectivas de entre esas alternativas.
1. Conceptos previos
Es importante que, antes de nada, tengamos en cuenta lo que es un problema y lo que es una solución. Además, debemos considerar que hay dos tipos de respuestas: centradas en el problema o en la emoción.
2. Orientación general
El objetivo de este paso es:
Identificar y reconocer los problemas de la vida. A veces se emplean listados de problemas o caminos de la vida para identificar el problema.
Asumir que los problemas forman parte de la vida.
Desarrollar autoeficacia percibida. Aceptar que tenemos control personal en lo que hacemos y que todo lo que hacemos tiene determinadas consecuencias.
Inhibir los hábitos de respuesta automática. Quitar distorsiones y no responder de forma automática sin analizar la situación.
3. Definición y formulación del problema
Un problema bien definido está medio resuelto. Por eso, es importante aclarar y comprender la naturaleza y origen del problema. Para ello, debemos buscar información sobre el problema, describir los hechos que lo componen, aprender a diferenciar los problemas relevantes de los irrelevantes, aprender a seleccionar los factores que hacen que un problema sea un problema y establecer objetivos.
También recomienda que las metas sean: concretas, específicas, reales y alcanzables. Por ello, si el problema es complejo lo mejor es descomponerlo en varios: ver las causas de todos y buscar estrategias para todos. Además, es importante tener en cuenta que las metas que nos establecemos deben ser realistas.
4. Generación de alternativas
El objetivo es tantas soluciones como sea posible para maximizar la probabilidad de que entre ellas se encuentre la mejor solución (12 por lo menos). Los principios para generar alternativas son:
Cantidad:Cuantas más mejor.
Dilación o aplazamiento de juicio: No hay que juzgar, aunque sean tonterías
Variedad: Es importante que todas las alternativas no sean iguales
5. Toma de decisiones
El objetivo de este punto es evaluar las opciones y seleccionar la mejor para llevarla a cabo. Hay que anticipar las consecuencias, en otras palabras, hay que evaluar las consecuencias a corto y largo plazo para uno y los demás:
Personales: Resolución del conflicto, efectos en mi bienestar emocional, esfuerzo y tiempo, efectos en mi bienestar físico, efectos económicos y crecimiento personal.
Sociales: Efecto en el bienestar de otro, efecto en los derechos ajenos, efectos en mis relaciones interpersonales.
Lo recomendable es escoger la solución que no tenga ningún aspecto negativo. En este punto puede ser útil realizar una tabla que recoja los siguientes puntos de cada situación:
6. Puesta en marcha y verificación
Hay que establecer un plan de acción y llevarlo a cabo. Además, se debe tener en cuenta que algún paso puede no llevarse a cabo tal y como se había establecido. Se recomienda realizar una autoevaluación y registrar los criterios de valoración de la toma de decisiones. Si la cosa va mal se puede retroceder.
Resolución rápida de conflictos
Los pasos a seguir son los siguientes:
Autoafirmaciones. Toma un respiro y tranquilízate, no hay catástrofes inmediatas, piensa en este problema como un reto, para y piensa.
Cuestión. ¿Cuál es el problema? ¿Qué quiero lograr? ¿Por qué quiero obtener esa meta?
Buscar soluciones. Piensa en una solución y piensa en dos o tres alternativas.
Evalúalas. Piensa 2 o 3 criterios para evaluarlas, decide rápidamente qué alternativa es la mejor y piensa como podrías mejorarla.
Realízala. ¿Estás satisfecho con el resultado? Sino intenta hacer una segunda opción si queda tiempo.